Filosofía e Ideas
La coincidencia que creó nuestro planeta nos dio también la belleza de las formas, los colores y las impalpables transparencias.
“Maestro es aquel que expresa cosas nuevas que otros pueden comprender”, dijo el arquitecto Carlo Scarpa en una ocasión. Él fue realmente un maestro gracias a su suprema capacidad de transmitir a los demás sus creaciones; en última instancia, los dibujos de un arquitecto son comprendidos por todos aquellos que tienen la misión de hacer materiales las irreales lineas trazadas sobre un papel.
“La arquitectura es ornamento” decía Joseph Hoffmann. Y lo mismo sostenía Ruskin, su definición es verdadera si incluye la jerarquía del detalle. En arquitectura, el orden y la articulación provienen del detalle.
“El orden es el placer de la razón, el desorden la delicia de la imaginación”
Paul Valery
Cada elemento dominante de la composición cobra vida a través del detalle. Los materiales escogidos, con sus características tramas, colores, texturas y superficies son “ornamento”: cuando se les organiza con sensibilidad y cuidado ganan en riqueza.
Deben controlarse las secuencias de elementos hasta los minimos detalles; una bisagra puede transformarse en una invención escultórica, o la apertura de un muro o una cubierta se puede convertir en una composición en la que la luz cambiante y la opacidad son utilizadas instintivamente como elementos de un dibujo abstracto.
Podrá parecer una obviedad, pero hay un abismo entre “ver” y “mirar”.
El resultado es muy personal: los materiales, el modo de disponer sus distintas piezas según simetrías escondidas, las alineaciones alternadas o desordenadas, son absolutamente voluntarios y es dificil reconocer en ellos la fuente, el lugar que ha sugerido la solución.
Hay que acercarse a múltiples fuentes para llegar a un producto personal, separandose, aunque sea minimamente, de la norma corriente.