Vivienda unifamiliar en Vimianzo
“Parece que cuando un duende se encarga un traje, pide el color ahumado: el mismo fumée de los chaqués de cola de pichón de M. Barbey d’Aurevilly. Y piden trajes así para poder entrar y salir por las chimeneas confundidos con el humo. Las cocinas de gas o eléctricas, sin humos, crearán a los duendes caminólogos graves preocupaciones en el ejercicio de su secular vagabundaje. Habrá que estudiar el problema de la adaptación del duende a la chimenea moderna: ya se construyeron casas en Brasilia sin chimeneas. Probablemente sea el comienzo de una serie de experiencias funcionales que terminarán con la construcción de ciudades sin habitantes humanos…”.
Álvaro Cunqueiro
El eje que articula la idea generadora del proyecto es una reflexión sobre la arquitectura tradicional de este amplio valle camino de la Costa da Morte, dando como resultado una arquitectura actual que no renuncia a los valores humanos.
La parcela se ordena de un modo natural buscando la correcta orientación de la casa. La edificación se organiza en varios volúmenes independientes que se ligan entre sí por muros, cubiertas, pavimentos y vegetación.
La vivienda se dispone interiormente entorno a un gran volumen central que actúa como espacio de relación hacia dentro y hacia fuera. El resto responde al esquema habitual de planta baja destinada a zona de día y planta alta a zona de noche.
Los materiales utilizados son: piedra de Baio, cubierta de teja rústica; en el interior madera y mármol para caracterizar los espacios en los que se colocan.